sábado, 23 de diciembre de 2017

TURRONES



Hoy quiero compartir con vosotr@s nuevas ideas para hacer turrones caseros, que siempre tienen un valor extra, al menos para mí. Ya puse anteriormente la receta de otro turrón, el de turrón de chocolate fácil, aquí. Ahora puedes añadir estos a tu bandeja de turrones, con una gran ventaja, que los puedes hacer con tiempo y congelarlos hasta ese día. Son muy sencillos de hacer y, en mi opinión, merece la pena.
  • TURRÓN DE CHOCOLATE BLANCO CON FRUTAS DEL BOSQUE Y PIÑONES:
Ingredientes:
  • 180 gr. de chocolate blanco
  •    75 gr. de frutas del bosque deshidratadas
  •    75 gr. de manteca de cerdo
  •   25 gr. de piñones

En un bol ponemos el chocolate blanco troceado y la manteca de cerdo:

Lo metemos en el microondas, poniéndolo primero durante 1-2 minutos y después en intervalos de 30 segundos, con cuidado de que no se queme. No hace falta que esté todo deshecho, con el calor residual se acabará de fundir, moviéndolo con un batidor.
Añadimos las frutas del bosque (que podemos partir en trozos) y los piñones, removiéndolo bien para mezclarlo:
Vertemos la mezcla en un molde. Había leído que los bricks de leche eran una buena opción para los turrones, por el material y el tamaño, y claro, he probado. Os cuento. Lavé muy bien el brick vacío y corte una de las caras anchas. Eché la mezcla:
 Lo dejé enfriar en el frigo y un par de horas más tarde ya lo pude desmoldar con gran facilidad:
Quedó perfecto, ¿no os parece?


  • TURRÓN DE CHOCOLATE CON AVELLANAS:
Ingredientes:

  • 250 gr. de chocolate negro
  • 200 gr. de leche condensada
  • 80 gr. de avellanas cruda
Este es todavía más sencillo, pero para que veáis otras opciones. Troceamos el chocolate y lo ponemos en un bol con la leche condensada:
Lo metemos en el microondas. Lo mismo, primero 1-2 minutos (depende del microondas), y después de 30 en 30 segundos hasta que veamos que queda fundido moviéndolo con las varillas (cuidado de que no se queme).
Mientras, vamos troceando las avellanas (o las dejamos enteras, al gusto). Las mezclamos con el chocolate fundido y lo vertemos en un molde. Este lo hice con el molde de silicona. Quizás me entretuve demasiado partiendo las avellanas porque la masa me quedó un poco dura, más difícil de manejar pero así me quedó muy irregular la parte de arriba, más sensación de casero, ¿no?
 Lo dejé también un par de horas en el frigo para que endureciera y ya lo desmoldé sin ningún problema con este molde tampoco.
Y este es el resultado: 

Cuando digo que meto en el microondas el chocolate con la leche condensada o con la manteca de cerdo también lo podemos hacer al baño María. A mi me resulta así mucho más fácil, pero ya sabéis... Y podemos poner otras frutas deshidratadas u otros frutos secos, o mezclar varios tipos de chocolates... En fin, las opciones son muchas, ya todo va a depender de la imaginación que le echéis y de las ganas y el cariño que le pongáis. El resultado os va a encantar, seguro!!! 

jueves, 21 de diciembre de 2017

HOJALDRE RELLENO DE TERNERA



Esta es una receta muy socorrida, quizás no demasiado festiva, pero que seguro gusta a todo el mundo, y que si necesitas dejar algo preparado, para que cada uno vaya sirviéndose su ración cuando llegue a casa, en esta época de desorden horario (compras, preparativos, niños en casa, quedadas para tomar algo con amigos que se alargan, ...), pues esta es una buena opción.

Ingredientes:

  • 1 lámina de hojaldre (en este caso que usé un molde pequeño)
  • 1/2 kg. de carne de ternera picada (en este caso, con 100 gr. de carne de cerdo)
  • 1 vaso de tomate frito casero
  • 1 vaso de leche
  • 2 cucharadas de harina
  • 1 cebolla
  • Aceite, sal y pimienta
  • 1 huevo (para pincelar el hojaldre)

Salpimentamos la carne. Ponemos un poco de aceite en una cazuela o sartén y echamos la cebolla picada. Cuando esté transparente, se añade la carne. Se rehoga intentando "deshacerla" con la cuchara, dejándolo un rato que se vaya friendo a fuego medio, con cuidado que no se pegue:

     Mientras, abrimos la plancha de hojaldre. En mi caso, que no quería hacerlo muy grande, he usado una plancha y la he partido por la mitad (más o menos), pero si se hace más grande usamos el doble de ingredientes y una plancha para la base y otra para cubrirla.
    Bueno, pues puse un poco más de media plancha sobre el molde engrasado (calculando según su tamaño y forma, para que suba por las paredes) y lo vamos adaptando al molde, cogiendo un recorte si es preciso, para completar, apretando con los dedos, uniendo, para cubrir el recipiente, pinchándolo al final con un tenedor:
     Cuando la carne esté frita, añadimos el vaso de tomate, mezclamos:
     Apartamos la carne a un lado y ponemos la harina, que se tueste un poco apartado de la carne y añadimos la leche, moviéndolo hasta que vaya espesando:
     Juntamos la bechamel con la carne de manera que nos quede un poco ligada:
    Dejamos enfriar la mezcla, o por lo menos, templar (no se debe poner caliente). Se vierte encima de la masa de hojaldre, alisando con la cuchara: 
     Se pone el otro trozo de hojaldre encima, tapando. Se bajan los bordes, cerrando, y se pinta con huevo batido:
     Se mete al horno precalentado a 200º C, con calor arriba y abajo, durante unos 15-20 minutos (depende del horno y del tamaño), bajando el calor a 180º si vemos que se nos dora demasiado:
     Lo dejamos templar para desmoldarlo, para no quemarnos (se hace muy fácil)
     Y a comer. Se puede servir frío, templado o caliente:
    Los rellenos de este tipo de hojaldres pueden ser muy variados pero os puedo asegurar que este es de los más ricos. Queda muy jugoso y sabroso. Esto mismo se puede hacer con masa de empanada, a mí me gusta más con hojaldre, pero es cuestión de gustos... ¿Hacéis hojaldres con otros rellenos?

    jueves, 14 de diciembre de 2017

    VITORIA-GASTEIZ

    Era un viaje que teníamos pensado desde el año pasado, cuando estuvimos en Bilbao (excursión que os conté aquí y aquí). Ya entonces dijimos que teníamos que repetir la experiencia con Vitoria-Gasteiz . Sí que habíamos estado en esta capital vasca, pero sin ver las cosas con detalle. Así que aprovechando que Angelines tenía unos días libres nos decidimos, con miedo, eso sí, al tiempo, cuyo pronóstico no era muy halagüeño. Ella sacó los billetes de autobús y ese último miércoles de noviembre cogimos el tren en Solares a las 7:15 de la mañana en dirección a Santander, donde cogimos un autobús que salía a las 8:00 y que tras breves paradas en Laredo, Castro Urdiales y Bilbao nos llevó hasta la nueva estación de autobuses de Vitoria- Gasteiz (en lo sucesivo, Vitoria) en algo más de 2,5 horas. En la misma estación nos informamos sobre la mejor manera de llegar al Casco Viejo (lo que llaman la Almendra). El señor nos dijo que en 20 minutos  llegábamos andando y que podíamos hacer así el camino de ida y coger un bus o tranvía para volver, cuando ya estaríamos más cansadas. Nos dio un mapa turístico y le hicimos caso. Chicas acostumbradas a andar, rápidamente estábamos en el centro, no sin antes fijarnos en rincones como este del barrio de Coronación, nuestro primer mural (que por cierto, ahora me he dado cuenta de que no es importante, de que no está en la lista de los 16 murales de la ciudad), el Maldanbera, de impactantes colores y rasgos africanos, con su cebra y su serpiente:
    Dejándonos llevar por la vista, nos dirigimos a la zona de la Catedral de Santa María o Catedral Vieja, en la parte más alta de la ciudad. Subiendo unas escaleras llegamos a la plaza de la Burullería (por el oficio de los burulleros o tejedores de paños, que realizaban en esta plaza sus ventas). Aquí está El Portalón, un precioso edificio gótico del S. XV, construido como posada de mercaderes, con una gran puerta para permitir el acceso de carruajes y poder así resguardar las mercancías de ladrones y adversidades climatológicas. Actualmente alberga un importante restaurante:
    A esa misma plaza da otro de los muchos murales que alegran la ciudad, el llamado "Al Hilo del Tiempo", con telas de vivos colores, que hace un guiño a la actividad que se realizaba en esta plaza:
    Desde esta misma plaza se puede acceder al Centro de Acogida del Visitante para visitar la Catedral. Yo había reservado on line las entradas para las 13:00 y como era pronto seguimos nuestra ruta: pasando junto a la Torre de Anda (la torre defensiva mas antigua de Vitoria), por calles viejas, estrechas, con importantes desniveles,..., pero con mucho encanto, con mucho arte callejero, como esta calle de Las Carnicerías, donde está el único mural de doble fachada, el "Eskuz-Esku", de vistosos colores, con las manos como hilo conductor,  con la Torre de doña Ochanda (hoy sede del Museo de Ciencias Naturales) justo detrás, al fondo de la foto:  
    "La Noche más Corta" es otro de los murales que alegran la ciudad (hay un itinerario de murales). Está cerca de la Muralla Medieval y representa la fiesta pagana de  la noche de San Juan, con hogueras, bailes,...:
    Parte de la Muralla Medieval, muy bien conservada en esta zona, y el portón del Cantón de las Carnicerías:
    Mirando hacia atrás, la torre de la Catedral Vieja:
    Y allí mismo el Palacio Escoriaza-Esquivel, renacentista, con su portada plateresca, actualmente propiedad del ayuntamiento:

    Enfrente, el jardín de Etxanobe, con su peculiar escultura y el mural "El Triunfo de Vitoria" que, basándose en el cuadro El Tramposo, simboliza a la gran dama Vitoria jugando con un hombre que intenta hacer trampas, pero la sirvienta, fiel a Vitoria, se da cuenta y advierte a la señora:
    Desde otra esquina, la torre de la Iglesia de San Vicente Mártir:
    Nos bajamos a la calle Cuchillería en busca del museo Bibat que, en realidad acoge a 2 museos, el de arqueología y el de naipes. Su entrada es gratuita:
    El Museo de Arqueología, sencillo, contiene los restos más antiguos de la historia de Álava, repartidos en 3 plantas, por épocas. Es curioso de ver, como esta Estela de Luzcando, que nos cuenta que allí yacía Marcus Sempronius Fuscus, de 55 años:
    Desde el interior se puede acceder al Museo Fournier de Naipes, sitio original ubicado en el Palacio de Bendaña:
    Al pasar de un edificio a otro, se ve un bonito patio interior:
    Al fondo del cual están expuestas distintas máquinas que al final pudimos observar con más detalle, ya desde abajo. Nos dan una idea de la evolución que los distintos métodos del proceso de impresión de las cartas han sufrido a lo largo de los tiempos, no en vano Vitoria es el principal productor de naipes del mundo:

    Este es un museo dedicado a la conservación, el estudio, la valoración, la exposición,... de los naipes de cualquier procedencia y de todos los tiempos, por lo que hay muuuuuchos juegos de naipes, desde el S. XV hasta nuestros días :
    La temática es también muy variada: historia, mitología, arte, tauromaquia,... Esta me pareció, cuando menos, curiosa. Se trata de una representación del Kamasutra, algún juego dará, digo yo:
    Expone más de 20.000 piezas y es uno de los museos más importantes del mundo de este tipo:
    Al salir de allí intentamos tomar un aperitivo en la calle Cuchillerias y nos sorprendió mucho que no había gente en los bares, hay muchos bares por esa calle pero vacíos.  
    Camino de nuestra cita para visitar la catedral Nueva, esquinas como esta, en la intersección entre Cuchillerías y San Marcos:

    Así que unos minutos antes de las 13:00 llegamos al Centro de Acogida del Visitante. Después de saludar a Kent Follet, junto a las campanas, nos unimos a un grupo y bajo el lema "Abierto por obras" iniciamos la visita. La guía nos acompañó hasta una puerta en la calle Cuchillerías que nunca hubiera supuesto que accedía a la Catedral. Lo primero nos pusieron un video que nos situó un poco en lo que íbamos a ver. Yo había estado hace años y lo recordaba lleno de andamios. Ahora ya está despejado. La guía nos cuenta todos los problemas que había tenido la catedral y que tras estos años de trabajo estaban resolviendo. Ver las panzas que tienen las columnas, las grietas,... impresiona, la verdad!!
    Para mi gusto, lo interesante de esta catedral es precisamente eso, el pensar y ver cómo se estaba viniendo abajo y el trabajo que han llevado a cabo intentando evitarlo:
    Bajamos a los fosos, donde nos explicó como habían hecho la base del altar mayor y las excavaciones que se habían realizado primero para estudiar y analizar el problema que tenía, creando el Plan Director de Restauración Integral (muy valorado internacionalmente). Anteriormente habían intentado mantener el edificio reconstruyendo o fortaleciendo partes externas, con contrafuertes, arbotantes, poniendo tirantes metálicos,... pero ya se dieron cuenta de que debían empezar por los cimientos (tras asegurar lo necesario para mantener la seguridad durante las obras, claro). También vimos en maquetas la evolución del edificio a lo largo del tiempo.
    Subimos hasta lo que llaman el paso de ronda, exterior, parte de la muralla medieval, con buenas vistas sobre la ciudad:
    Anduvimos por esas balconadas de arcos que van alrededor y por encima de la nave, el triforio:
    Y por las bajo-cubiertas, que todavía están en obras:
    Y acabamos en el Pórtico de Santa María, cuya portada principal es uno de los mejores ejemplos de la plástica peninsular del S. XIV. En el portal central se cuenta la historia de la Virgen y en el tímpano hay una figura de la Virgen con el Niño del S. XV:
    Este Pórtico se ha habilitado para usarlo como centro cultural y nos mostraron una proyección en video llamado "El Pórtico de la Luz", donde vimos la evolución de la policromía entre los siglos XVI y XX:
    En este Pórtico, Kent Follet presentó al mundo su obra Un mundo sin fin, la segunda parte de Los pilares de la Tierra, y que, por cierto, me acabo de dar cuenta de que no he leído esa novela (y eso que la tengo en papel), con lo que me gustó Los pilares de la Tierra... Será mi próxima lectura, que ahora estoy releyendo El silencio de la Ciudad Blanca, ambientada en Vitoria y que ahora lo estoy leyendo con otra perspectiva. 
    Bueno, pues así, una hora y pico después, acabamos la visita,  saliendo hacia la Plaza de la Catedral, con una mejor vista de la misma:
    Volviendo a pasar junto al Palacio Escoriaza-Esquivel y el Jardín de Etxanobe, llegamos al Centro Cultural Montehermoso, un palacio gótico-renacentista del S. XVI:
    Un poco más adelante hay una zona donde se puede visitar la Nevera Medieval, que forma parte de la Muralla, con una bonita perspectiva de la torre de la iglesia de San Miguel Arcángel, otra de las cuatro torres de Vitoria:
    En efecto, a Vitoria también se la conoce como la ciudad de las 4 torres: la de la Catedral de Santa María, la de San Miguel Arcángel, la de San Pedro y la de San Vicente Mártir, sin duda mi preferida:

    Y llegamos a la parte de arriba de la Plaza del Machete, que debe su nombre al machete que se guarda en la iglesia de San Miguel, sobre el cual hacía su juramento el Procurador:
    Desde allí, ya sin estarnos (que era la hora de comer) nos fuimos a la calle Eduardo Dato. Cruzamos por la plaza España, porticada, nexo de unión entre el Casco Medieval y el Ensanche (la zona nueva), alberga al ayuntamiento y la oficina de turismo. En la foto las torres de San Vicente Mártir y de San Miguel Arcángel, por detrás del ayuntamiento. La plaza vacía:
    Ya en la calle Dato, peatonal y muy comercial, nos sorprendió que también había poco ambiente, y no era por el tiempo, que ni llovía ni hacía demasiado frío (empezó a nevar al día siguiente, igual es que los vascos lo barruntaban):
    Fuimos a esa calle buscando la taberna Saburdi famosa por sus pinchos (y por cierto, debía estar muy hambrienta porque no vi la estatua del Caminante, que era uno de mis propósitos, se me pasó y mi compi no me avisó, que ella sí que la vio, no sé cómo no la extrañó que no le hiciera foto..., otra que iba al borde del desmayo, jajaja). El caso es que entramos a tomar un vermuth y un pincho, que estaban de exposición. Le pedimos de bacalao con cebolla caramelizada y no recuerdo qué más. Muy bueno:
    Y como ya eran más de las tres nos quedamos a comer allí mismo. Muy bien también. El café habíamos decidido tomarlo en el bar Aldapa. Su especialidad es el carajillo y allá que nos fuimos. Está en la cuesta de San Vicente, por donde habíamos pasado antes de comer, ya con prisa. Le tomamos de Tía María, con su deliciosa capa de nata de la casa (nosotras, además, añadimos canela molida). Lo sirven en vaso y sin cucharilla. Estaba para morirse, exquisito!!! Allí sí que había gente...
    En esa zona, la de la Plaza del Machete, están también Los Arquillos, una calle de soportales, con edificios escalonados, una perfecta solución para salvar el desnivel entre las dos zonas, la medieval (la almendra) y la nueva (el ensanche), justo detrás del ayuntamiento:
    Nos acercamos al pórtico de la iglesia de S. Miguel, donde pudimos ver al santo mirando hacia abajo, hacia la hornacina donde se guarda la imagen policromada de la Virgen Blanca, patrona de Vitoria, entre los dos arcos de acceso a la iglesia:
    Precisamente en la balconada de S. Miguel está la estatua de Celedón, en honor a un pintoresco personaje de la ciudad que cada víspera del 5 de agosto (o sea el día 4) baja "volando" colgado de un paraguas,  desde la torre de la iglesia hasta la plaza de la Virgen Blanca (empieza siendo un muñeco y acaba siendo un hombre, es lo que tienen las fiestas patronales), para dar comienzo a las fiestas de la Blanca. Y, claro, no podíamos dejar de hacernos una foto con semejante celebridad, incluso me invadió su espíritu pensativo y observador (¿aguantará el paraguas o no aguantará? un poco arriba lo veo, no sé...):
     Así que estábamos encima de la plaza de la Virgen Blanca, pegada  a la plaza de España, con la escultura vegetal (la primera foto de este post) y el monumento conmemorativo de la Batalla de Vitoria, una construcción en piedra y bronce, diseñada en 3 niveles, cada uno de ellos con su significado:  
    Por la calle El Prado llegamos hasta la Catedral Nueva o Parroquia de María Inmaculada, de estilo neogótico de la primera mitad del S. XX, de imponentes proporciones, es la última gran catedral construida en España y en realidad está inacabada por falta de financiación. La idea original la pudimos ver en una maqueta en el interior. Su parte más valiosa está en la cripta, con importantes esculturas y a mí me hubiera encantado pasear por la terraza que hay encima de los arcos:
     Dentro está el museo de Arte Sacro con una rica muestra del patrimonio religioso de Álava, repartida en distintas secciones: talla en piedra, talla en madera, pintura sobre tabla, sobre lienzo, orfebrería y muebles litúrgicos. Son de gran belleza las vidrieras de la catedral:
     La exhibición de orfebrería de este tipo de museos siempre me deja un sabor agridulce. Son verdaderas maravillas, joyas de valor incalculable que sin duda hay que preservar, garantizando su seguridad, pero no puedo dejar de pensar en la miseria que  ese valor podría haber evitado, lo veo como un lujo innecesario para una institución como la iglesia católica que precisamente debería ocuparse de mejorar la vida de tanta gente con necesidad que hay por el mundo. Bueno, cosas mías...
     Al lado está el parque de la Florida, que atravesamos pero no le vimos mucho encanto, la verdad, es mala época. Tenía escenas navideñas repartidas por todas partes. 
    En algún momento buscamos y encontramos la plaza de los Fueros, en el Ensanche, construida con la colaboración de Chillida, de forma triangular, pero estaba cubierta con toldos y no vimos gran cosa. 
    ¿Nuestro siguiente destino? el Museo Artium, de arte contemporáneo (con lo que eso implica para quienes como yo no entendemos mucho de arte, uuufff), con obras de Chillida, Dalí, Picasso y Miró. El sistema de entrada ya es un tanto peculiar, yo no había estado en ninguno así. Me explico, el precio de entrada normal es de 6 €, pero coincidió que los miércoles (y todos los días los jubilados, niños, estudiantes y desempleados) "yo decido si pago y cuánto". Menos mal que ya lo sabíamos, que si no se nos hubiera quedado cara de tontas seguramente, jajaja. Pues eso hicimos, pagar lo que nos pareció y entramos, primero a una parte:
     Y después, en la otra parte, a la exposición de Santos Iñurrieta. Y aquí comenzó la juerga: 60 pinturas de gran formato  y 16 dibujos de 70 x 100 cm., con muuuuchos elementos y mucho colorido, sin un protagonista definido, todas ellas bajo el título "ke usted lo pase bien". A la entrada nos dieron un librito, un cuaderno de exploración, por si queríamos jugar. ¡¡¡Por supuesto!!!. Se trataba de once pistas, todas ellas animales, partes de los cuadros, y enigmas que había que resolver.
    Por ejemplo, en el librito te daban la imagen de un gato (el que está enmarcado en blanco en el cuadro de debajo), tenías que encontrar en qué cuadro estaba, resolver el enigma y contestar a la pregunta que te hacen. Os voy a poner 4 por si os apetece jugar un poco. Lo leéis y buscáis la solución. Yo os lo pondré al final del post para no estropearlo. Si no queréis jugar, pues pasar de leer las pistas, mirad sólo los cuadros que son... para verlos, cuantas cosas nos pueden contar!!!
    En este primer caso, junto a la foto del gato, el enigma y la pregunta eran:
    1. "Junto a un gato que lleva su almuerzo en la boca, podrás ver un elemento que sirve  para guiar al medio de transporte del que hablaba el enigma anterior (que era un barco). Parece que las obras del artista quieren asegurarse de que la travesía llegue a buen puerto.
    ¿Has encontrado ese elemento? ¿Podrías describir cómo es, con qué colores ha sido representado?"

    En este otro, la pista era el mono del recuadro (que, repito, te enseñan en el librito una foto del mono y teníamos que encontrar el cuadro en el que estaba) y el enigma decía:
    2. "Un primate encumbrado en las ramas de un árbol parece divertirse mientras observa cómo se devana los sesos un boxeador cuyo oponente no se deja ver. Fíjate en este luchador, en su frustración: su contrincante, invisible para el resto del mundo; y su cuadrilátero no tiene capacidad para albergar a nadie más.
    ¿Podrías describir cómo es este cuadrilátero tan singular?"


    Con la pista de la gaviota, el enigma era el siguiente:
    3. "Una gaviota que mantiene el equilibrio parece resumir una idea presente en el cuadro que habrás de encontrar: que toda cara tiene una cruz.
    Equilibrio entre luz y oscuridad, serenidad y desasosiego...: una idea tal vez representada por un personaje de color rojo, que acompaña al que podría ser el protagonista de nuestro viaje, que ahora descansa tranquilo en una esquina del lienzo.
    ¿Podrías describir a ese personaje rojo al que nos referimos?"

    Bueno, y con este termino, la pista en este caso era el trozo de lobo que he enmarcado con el cuadro blanco. Una vez encontrado el cuadro donde estaba, esto decía el texto:
    4. "Para finalizar este cuaderno de exploración te guiará un lobo. Un lobo desdoblado lleno de color y falto de él, que se aleja de un hombre también desdoblado. En realidad son ya dos hombres, ¿tal vez consecuencia de este viaje? Dos hombres bien distintos: uno de ellos casi imperceptible si no miras bien de cerca; el otro, sin embargo, con una enorme presencia cargada de simbolismo. Dos hombres distintos sí, pero que, con todo, comparten un mismo motor, un mismo latir.
    ¿Cuál es ese elemento que comparten?"



    Espero que hayáis pasado un rato entretenido si habéis decidido jugar. Nosotras resolvimos los 11 enigmas (lo que más nos costó fue encontrar el cuadro en el que estaba el animal de la pista, porque en el librito estaba en grande y en el cuadro muy pequeñito,   no era fácil dar con él en medio de tantos cuadros (76) y de tantas cosas), se lo enseñamos a una chica y, como estaba correcto, nos mandó a la tienda a recoger un regalo. Pasamos un rato muy divertido en busca del animal perdido.
    Como ya llegamos de noche no pudimos ver los alrededores del museo que también tienen sus obras de arte. Sí que vimos "La Mirada", una escultura de 45 m de altura pero con poca luz no salieron muy bien las fotos.
    Desde allí nos fuimos a lo que sería nuestra última visita, la Casa del Cordón, otra vez en el Casco Viejo. Está construida alrededor de las ruinas de la Torre de Gaona, del S. XIII (que todavía se ve en la visita). Residencia de paso de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, debe su nombre al cordón de piedra de la Orden Franciscana que rodea la puerta principal.:
    Causa sensación la bóveda estrellada y policromada de la sala noble del torreón:
    En la planta baja de dicha torre se puede ver una exposición permanente de diferentes elementos propiedad de Caja Vital: pinturas, esculturas, mobiliario popular vasco, cerámica,..., no de gran calidad pero sí de notable interés por su clara intención de ambientar adecuadamente diferentes épocas: 
    Y nos fuimos de nuevo andando a la estación de autobuses. Nos tomamos un refresco y a las ocho y algo salimos de allí con la suerte de que en el viaje de regreso tiene parada en Solares con lo cual llegamos a casa a algo más de las 22:30. Cansadas pero contentas: habíamos aprovechado muy bien el día (habíamos visto gran parte de las cosas que llevábamos pensadas) y el tiempo nos había respetado (no tuvimos que abrir los paraguas y al día siguiente nevó con ganas, como para no estar contentas, jajaja). También somos conscientes de que nos faltaron muchas cosas por ver, así que ... si hay que volver, se vuelve!!!
    Iba a poner un mapa orientativo como suelo hacer siempre, pero es que están las cosas muy juntas, sobre todo en la zona de la almendra (el Casco Viejo) y no se vería muy bien, así que lo mejor es hacerse de un mapa turístico y guiarse por él teniendo en cuenta que, a mi modo de ver, Vitoria-Gasteiz es una ciudad fácil de ver. Lo que sí voy a poner son las cosas que vimos, a modo de resumen:

    • Catedral de Santa María (Vieja)
    • Plaza de Burullería
    • El Portalón
    • Mural "Al Hilo del Tiempo"
    • Torre de Anda
    • Mural "Eskuz-Esku"
    • Mural "La Noche más Corta"
    • Muralla Medieval
    • Palacio Escoriaza-Esquivel
    • Jardín de Etxanobe
    • Mural "El Triunfo de Vitoria"
    • Iglesia de San Vicente Mártir
    • Museo Bibat: Museo Arqueológico y Museo de Naipes (Palacio de Bendaña)
    • Palacio Montehermoso
    • Iglesia de San Miguel Arcángel
    • Plaza del Machete
    • Los Arquillos
    • Plaza de España y Ayuntamiento
    • Plaza de la Virgen Blanca y escultura Vegetal
    • Calles Cuchillería y Eduardo Dato
    • Bares Saburdi y Aldapa
    • Estatuas de Celedón y Batalla de Vitoria
    • Catedral de María Inmaculada (Nueva) y Museo de Arte Sacro
    • Parque de la Florida
    • Plaza de los Fueros
    • Museo Artium
    • Casa del Cordón
    Si conocéis la ciudad, ¿creéis que nos faltó algo imprescindible de ver?

    Sólo me queda dar las soluciones de los enigmas:
    1.  El elemento es un faro, de rayas blancas y negras.
    2.  El cuadrilátero es una escalera.
    3.  Es un demonio con cuernos.
    4.  El corazón.