martes, 24 de marzo de 2015

SOLOMILLO DE CERDO AL MOSCATEL


Esta es una receta muy facilita de hacer, con pocos ingredientes, obteniendo un plato muy rico, meloso. A ver que os parece.

Ingredientes:

  • 1 solomillo de cerdo.
  • 1 cebolla.
  • 1 vaso de caldo.
  • 1 cucharada de harina.
  • 4 cucharadas de frutos secos deshidratados (o ciruelas pasas).
  • ½ vaso de moscatel.
  • Aceite, sal y pimienta.
Lo primero hay que poner las frutas deshidratadas  a remojo en el moscatel (o las pasas, que incluso son más apropiadas, pero yo tenía estas otras y también estaban muy buenas). Si están un par de horas, mejor.
Salpimentamos el solomillo. 
Partimos la cebolla en juliana (tiras finas).




En una cazuela o sartén con un poco de aceite doramos la carne por todas partes.









Apartamos un poco el solomillo y en la misma cazuela echamos la cebolla en juliana y la rehogamos hasta que esté transparente.




Apartando un poco la cebolla, echamos la cucharada de harina, moviéndola para que no se queme, lo suficiente para que se haga. Vertemos el vino moscatel de las frutas, lo movemos un minuto. Ahora incorporamos el caldo. Si no tenemos caldo, echamos media pastilla de caldo concentrado disuelta en un vaso de agua. Añadimos las frutas o las pasas.


Todo esto se puede ir haciendo en distintos recipientes, reservando lo anterior, pero yo intento manchar lo mínimo indispensable, jajaja.

Dejamos que cueza todo junto hasta que el solomillo esté hecho. El tiempo depende de la carne, yo lo tuve casi una hora. Los últimos 10 minutos a fuego fuerte para que reduzca y quede una salsa espesita, con cuidado de que no se pegue. Comprobamos de sal, que va a depender del tipo de caldo que hayamos puesto.


Si tenemos dudas, podemos partir la carne y si vemos que está algo dura la dejamos otro poco. Lo ideal sería que quedara un poco sonrosada por dentro.
Para servirla la partimos al gusto: en medallones más o menos gordos y lo podemos comer con su salsa sólo o también con patatas, o puré. Yo en este caso hice unas patatas en el microondas.


jueves, 12 de marzo de 2015

MIRADORES DEL ASÓN

Después de tanto como ha llovido esta última temporada, me apetecía realizar una excursión (en coche) de esas que a mí tanto me gustan y, claro, el destino estaba cantado: un río y cascadas. Y ¿qué río sería el mejor? Pues también lo tuve claro: El Asón, que nace en el Portillo del Asón, en el Valle de Soba. Concretamente nace en una fuente que está en lo alto de la Peña de Azalagua, a 680 m. de altura, discurre a lo largo de 44 km. y desemboca en Colindres.
Pues nada, este pasado sábado, maravilloso día, nos fuimos en busca del nacimiento del Asón. Hay varias formas de llegar. Nosotros subimos por La Cavada, al puerto de Alisas, por la CA-261, un tramo muy frecuentado por ciclistas (mi maridito entre ellos). Mi reconocimiento a estos hombretones, que se prueban a sí mismos por estos caminos de gran dureza: ascensión agotadora e interminable, curvas cerradas,...
Detalle de la casa de un color "incomprensible" remarcado en la foto: hace daño a la vista!!!
 Según vamos subiendo las vistas son soberbias: La bahía de Santander, Peña Cabarga, la zona oriental de Cantabria, el Valle de Ruesga,..., y ya desde el alto de Alisas podemos ver los Picos de Europa, ahora con mucha nieve.


Llegamos a Arredondo, capital del mundo, y cogemos la CA-265, en dirección al Portillo de la Sia. 
Ascendemos por la cuenca alta del Asón. Abrupta. Inmersos en el Parque Natural Collados del Asón. De lejos ya divisamos la cascada, la famosa Cola de Caballo, con más de 50 m. de caída. La verdad es que creía que iba a tener más agua, la verdad. Desde luego, no fuimos los únicos que tuvimos la idea de verlo ese día: había mucha gente. 
Desde aquí, (en la foto de debajo,donde se ven coches "aparcados"), la parte más cercana a la cascada, se puede bajar hasta justo donde cae el agua pero también se puede subir andando desde el barrio de Asón, un poco más abajo, por la orilla del río. Nosotros lo hicimos hace un par de años y es una bonita excursión. 

Esta vez seguimos en coche hasta el Mirador de Cailagua, un poco más arriba, recordando la leyenda de las Anjanas, la del pelo dorado y la del pelo plateado, que explica el nacimiento del río.
Un poco más arriba está el Mirador del Collado del Asón, otro de los Balcones del río:
Continuamos hasta el cruce en que, o bien seguimos hacia la Sía, o entramos hasta el pueblo de La Gándara, como hicimos nosotros. Está a 2 km. de este cruce, en la CA-256. Con tanto paisaje y tanta naturaleza nos habíamos quedado sin fuerzas (uuuuffff) y lo primero nos tomamos un tentempié en un bar con gran ambiente, junto al Centro de Interpretación del Parque. Ya con otro color fuimos hasta el Mirador de las Cascadas del Gándara. Nosotros fuimos en coche, porque no sabíamos a qué distancia estaba, pero está justo detrás del parque que hay junto al bar, muy cerca. Bueno, lo que vimos desde aquí nos entusiasmo. Hay un mirador aéreo, o mejor dicho, dos balcones sobre el vacío desde donde la contemplación de las cascadas supone un regalo para nuestros sentidos:
 Comimos en el parque, ideal para pasar un día con niños. Este pueblo, La Gándara, me encantó. Rodeado de montañas, pero a la distancia justa para no sentirme encerrada, y ahora con nieve en las cimas, precioso. Además la luz sobre los picos nevados del sur era fascinante. Después de un rato de sobremesa y de un café, volvimos sobre nuestros pasos (rodadas), para coger la CA- 665 que nos llevaría hasta el Portillo de la Sía.  El mirador está a 1200 m. de altura, justo en la divisoria con Burgos, donde la nieve ya tenía más presencia.
Desde aquí se aprecia muy bien el valle de Soba y el Cantábrico al fondo:
Hacia la parte de Burgos había mucha más nieve y yo aproveché para tomar un poco de su energía:

En este alto hay un parque eólico con 13 aerogeneradores a cada lado de la carretera. Nosotros subimos por la pista de la derecha, inicio también de una ruta de montaña, a la Peña Lusa. 

Nunca antes había estado tan cerca de un molino de estos (si los llega a ver el Quijote...):

En este punto, no puedo dejar de agradecer a mi marido su infinita paciencia para conmigo y lo que me rodea y como esta foto me ha susurrado estas palabras de Pablo Alborán, pues aprovecho. Gracias por todo!!!
Después nos bajamos a Espinosa de los Monteros y nos acercamos hasta la estación de esquí de Lunada, bueno, hasta donde pudimos porque también estaba cerrada. La altura de la nieve daba miedo:

El paisaje espectacular:

Regresamos a Espinosa y para no volver por el mismo lado, vinimos por Ramales de la Victoria, N-629, hasta Colindres y después la A-8 hasta Solares.
Fue un día especial, no es fácil estar rodeado de nieve y en manga corta, el mejor en mucho tiempo, así que le disfrutamos con ganas.
¿Conocéis la zona? ¿sabéis de algún otro rincón que no debemos dejar de visitar? Gracias por contárnoslo.  

miércoles, 4 de marzo de 2015

TARTA GUINNES

Ya que el día de San Patricio está próximo (es el día 17 de Marzo y se conmemora la muerte de este santo patrón de Irlanda), os hago esta propuesta, una tarta típica irlandesa, elaborada con cerveza Guinnes. Mi niña, la de mis ojos, la había comido en algún sitio y me comentó que le había encantado y, claro, había que hacerla. Así que este finde que ha estado aquí pues, oh, sorpresa!!!...
En realidad, lo siento por los amantes de esta cerveza, no sabe nada a ella (gracias a Dios, porque a mí no me gusta este tipo de cerveza), pero la tarta está muy rica y es muy fácil de hacer.

Ingredientes:

BIZCOCHO:
  • 250 ml. de cerveza Guinnes.
  • 250 grs. de mantequilla.

  • 250 grs. de harina de repostería (o normal).
  • 400 grs. de azúcar.
  •   80 grs. de cacao en polvo (yo usé Valor).
  • 2½ cucharaditas de bicarbonato sódico (o sobre de levadura).
  • 1 cucharadita de azúcar vainillado.

  • 3 huevos.
  • 140 ml. de nata líquida (montar o cocinar).
COBERTURA:
  • 300grs. de queso de untar (Philadelphia).
  • 150 grs. de azúcar glass.
  • 360 ml. de nata líquida (montar).
Lo primero se pone en un cazo la cerveza y cuando esté caliente (sin hervir) se le añade la mantequilla en trozos y se mueve para que se deshaga con el calor residual. Se reserva.

En un bol se mezclan los ingredientes que yo llamo secos: harina, azúcar, cacao, bicarbonato y azúcar vainillado.

En otro bol se mezclan los ingredientes líquidos: huevos y nata.






Así tenemos las tres mezclas por separado:










Ahora vertemos la mezcla de la cerveza sobre la mezcla de la nata y los huevos. 









Incorporamos esta mezcla a la de los ingredientes secos, moviendo con las varillas hasta que obtengamos una masa (bastante líquida) sin grumos.






Esto lo vertemos en un molde engrasado y enharinado*  (si es desmontable, mejor) y lo metemos en el horno precalentado, a 180º, calor arriba y abajo y durante unos 50 minutos, pinchando con un palillo para ver si sale limpio, en ese momento estará listo, se deja enfriar una hora y ya se puede desmoldar.
Una vez lo tenemos en el horno, podemos hacer la cobertura:




Mezclamos el azúcar glass con el queso de untar.






Ahora montamos la nata. Yo lo hago con las varillas de la batidora y tiene que estar recién sacada del frigo, y si el recipiente donde lo montamos está frío también, mejor. Lo batimos durante unos 3-4 minutos, hasta que se pone consistente, pero sin pasarnos porque se haría mantequilla. 




Lo unimos al queso de untar con movimientos envolventes y listo.







Cuando la tarta esté fría la cubrimos de manera que caiga un poco por los lados, que parezca la espuma de la cerveza, jajaja.
Y....A DEGUSTAR!!!!

Si lo dejamos de un día para otro está aún más rica, es muy jugosa, nada empalagosa y la cobertura le da un punto delicioso.

*Para engrasar y enharinar un molde, cogemos un trozo de mantequilla con los dedos y lo pasamos por todo el molde, incluidos los laterales, después echamos un poco de harina y vamos dando vueltas al molde hasta que se impregne de harina por todas partes.